Cuarentena Día 41 - Una guerra

 Una guerra contra el virus - Otras guerras - Posibles pérdidas - La guerra interna en EEUU - Irresponsables - El congreso como medio de disputa


“Reuniones privadas que violan la cuarentena, convocatorias a manifestaciones y marchas públicas, desafíos dignos de gallos de riña por parte de políticos de la derecha que insisten en reunir el congreso nacional a sesionar.”


Día cuarenta y uno


Una guerra impensada. Ya hemos destacado que las dos últimas grandes potencias hegemónicas de la tierra encabezan las listas de víctimas del coronavirus y también las dudas si querían o no sufrir la supuesta devastación del covid-19.

Como sea, la pandemia ya pegó en el corazón del país más poderoso del orbe en el siglo XXI. Sabemos que algunas predicciones teóricas hace no más de un año estimaban 2,2 millones de posibles muertes si un coronavirus se esparcía por el gran país del norte. Más cerca, y con el virus ya instalado el presidente Trump y su equipo aceptaron que se podrían perder 60 mil almas antes de estabilizar el flagelo. Ya vemos que el número de víctimas supera los muertos en la guerra de Vietnam y sigue subiendo pero la referencia al conflicto más traumático para los yanquis no es caprichoso, se compara aquella con esta nueva "guerra" que así la llamó el mandatario pero está vez contra un enemigo invisible. 

El país que nunca fue invadido y que se construyó una imagen de invencible hoy es atacado de verdad y caen unas decenas de miles de muertos, padecen más de un millón de contagiados y no hay manera de parar la masacre. Imagino el desconcierto de tantos guerreros civiles armados ansiosos por entrar en acción pero que saben que nada pueden hacer con sus portentosos fusiles de asalto cargados y listos en millones de hogares inútiles para la guerra menos pensada.

Ixx, may20


Día cuarenta y dos


En una sociedad hiperinformada parece increíble que sigan sucediendo ciertas irresponsabilidades.

Reuniones privadas que violan la cuarentena, convocatorias a manifestaciones y marchas públicas, desafíos dignos de gallos de riña por parte de políticos de la derecha que insisten en reunir el congreso nacional a sesionar. Nótese que una convocatoria parlamentaria involucraría a varios cientos de personas necesarias a diferentes niveles para que se pueda sesionar. Es evidente que los boicots en contra de la política de cuarentena de los oficialismos provienen de los opositores agazapados, no los que tienen responsabilidad de gobernar, y de los medios en representación de los poderes económicos locales  alineados con aquellos.

Ixx, may20.


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